Thursday, November 25, 2010

De Penny Press al Kindle: La posmodernidad en el Periodismo.

Luchando con el concepto de posmodernidad que el sociólogo de la comunicación, Leandro Marshall trabaja con “El periodismo color-de-rosa” y que yo personalmente no estoy de acuerdo, ya que considero que este concepto limitado de la post-modernidad (después de todo, ¿Qué es postmoderno?). Así, que decidió tomar el reto de elaborar rápidamente un mapa de la evolución histórica del periodismo y su actual "posmodernidad".

¿Qué es posmoderno?

Antes de nada, debemos revisar lo que es moderno: El diccionario Aurelio es muy enfático: " En cuanto a la época histórica en que viven las tendencias tecnológicas, avances, etc" En otras palabras, la modernidad es lo que nos distingue de los últimos, ayer es tarde hoy es el mañana moderna, es la posmodernidad?

Con este fin, vale la pena la visita al concepto de la “posmodernidad” que, según los estudiosos es el fruto del capitalismo y se basa en una visión o un proyecto llevado a cabo para el mundo las revoluciones industrial y tecnológica se originó principalmente por una sociedad de la información. Debe, sin embargo, traer las palabras del estudioso Jair Ferreira:

O pós-modernismo é o niilismo: ausência de valores. É típico de sociedade pós-industriais baseadas na informação. Os meios de comunicação refazem o mundo à sua maneira, hiper-realizam o mundo, pois algo inviável na realidade pode ser possível na televisão. A pós-modernidade é um mundo super-criado pelos signos, O pós-moderno tem algo de moderno, mas de forma exagerada.

Según Ferreira, el posmodernismo es el "exceso" de la modernidad. Que no es la modernidad que se transforma en algo nuevo o único. Es decir, en el curso de la historia a la modernidad era parte de todos los ámbitos histórico, ya sea antiguo, medieval, moderno y contemporáneo, "moderno" ha sido siempre parte del hombre cotidiano, ni rastro de la tecnología lineal (aunque ya sea por cuenta de los avances tecnológicos que se reconoce más la modernidad).

¿El periodismo es posmoderno?

Llevando este concepto al periodismo, vio claramente que había respondido a las necesidades básicas de cada empresa en cada momento histórico. El Periodismo convertido en un propagador de la ideología surge en una sociedad que deseaba a la información, algo que siempre ha estado presente en la sociedad. Pero el periodismo compañía como la modernidad ha hecho esto muy claramente:

En siglo XVII fue testigo del nacimiento del periodismo todavía de forma artesanal, como un libro que contiene la información de la alta cúpula, el espectacular fue el "valor - noticia" (aun cuando sabían que el valor que sería una noticia). En el siglo XVIII ya está periodismo crítico, las decisiones sobre las posiciones políticas contrarias, vemos el surgimiento de la escritora la profesionalización de la profesión, los pasos básicos que le dio la posibilidad de comunicación de masas en el siglo. XIX y la famosa Penny Press.

La Penny Press surgió a mediados de siglo. Siglo con el fin de satisfacer una demanda popular. Los géneros fueron en formato tabloide que huyen de discurso político, presentada por el crimen, las variedades, el chisme, el "sensacionalismo" en el periodismo es de esa época. La prensa centavo existido como la población concentraciones fue en aumento y eran la forma más barata de tener información y no firmado por las ediciones caras de los periódicos que existían únicamente para las élites de la época. Lo Que tienes hecho ellas, las formas más importantes de comunicación de masas durante mucho tiempo.

Modernas de su tiempo, en forma de cómo el público ve la información y la creó con varios géneros literarios que se han vuelto mucho más grande en el próximo siglo, según las crónicas, novelas, etc. Las Penny Press eran parte de un momento histórico en el periodismo y por lo tanto podría considerarse posmoderno en el tiempo por sus iniciativas para transformar el periodismo en algo fácil de comer y el acceso a todos.

El periodismo del siglo XX. Hasta el 50/60 es el periodismo que convive con diferentes medios de comunicación, en vivo con la radio, con la llegada de la televisión, se convierte en un vehículo adicional que etapa vemos la interacción entre el periodismo y la publicidad, con otros profesionales en el ámbito de la comunicación con el uso de la fotografía en el campo de los medios para atraer al público que lo consume.

Ya desde los años 60/70, el advenimiento de tecnologías como la informática, la electrónica y la aparición de Internet está transformando el periodismo en un acto participativo. La información no está participando en la mayor parte de los conglomerados de medios de comunicación. Ella ahora está activa en todas las personas. La idea de redes, personas, sistemas de información, que es contemporáneo.

Más recientemente tenemos El Kindle, un dispositivo similar a un reproductor que puede leer libros o periódicos a un bajo costo, sin necesidad de utilizar papel. Caminamos en ese momento al que muchos autores acuerdan como sendo "posmodernidad" porque pertenece a una realidad más allá de lo que es compartido por la mayoría hoy en día. Para aquellos que entienden cómo gadgets posmodernos impulsar el uso del servicio, el Kindle es un retrato exacto del “futuro”.

¿Pero es verdad? Todas las fases reportan de más de una evolución en la forma y el periodismo, que se corresponden con el momento histórico en que fueron localizados y también lo eran la vanguardia de su tiempo, o "posmoderno" a estas realidades. Periodismo por tanto, no es una profesión que distingue a la modernidad a la posmodernidad. Es una institución que trasciende tanto estas ideas.

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Monday, November 15, 2010

O MRE pós Celso Amorim

Se os oito anos de governo Lula podem ser lembrados pelo PAC e pelo Bolsa Família, além de muitas outras conquistas (e prejuízos) à sociedade Brasileira. Gosto em particular de falar sobre a política externa do país. Essa sim deu uma engrenada fenomenal nesses últimos oito anos como nunca visto desde o processo de redemocratização do país na década de 80.

O chanceler Celso Amorim conseguiu uma proeza que não era vista há muito dentro do Itamaraty – conseguiu transformar o MRE numa das pastas mais atuantes do governo e que a partir de agora e dos próximos governos terá um papel fundamental no processo de solidificação da imagem do País. Lula elaborou as bases desse processo de forma competente, levando o país de mero coadjuvante em reuniões de organismos internacionais à agente com relativo destaque dentro desses fóruns

Para se ter um exemplo, durante o governo FHC, o número de embaixadas que o Brasil possuía no exterior era quase 40% inferior ao atual número. A causa disso? Um maior acesso ao mercado externo de produtos Brasileiros reduzindo consideravelmente a dependência do país de mercado exclusivo com os grandes mercados. A busca por novos países tornou o Brasil um dos mercados mais competitivos e dinâmicos não só da América Latina mas em seu contexto global, ainda que com severas amarras no que tange à políticas fiscais.

Vitórias contra medidas anti-dumping vencidas na OMC contra o governo dos EUA e da União Européia deram provas suficientes da eficiência do mercado nacional e da competência do MRE. Mas as conquistas não pararam por aí. A maior mudança a meu ver foi a política de acesso aos Brasileiros que querem ou almejam seguir a carreira diplomática, antes restrita muito mais à uma política de indicação revestida de um concurso público quase que totalmente restrito às elites nacionais.

Durante os últimos anos, o MRE ampliou o número de vagas e de acesso para quem quiser seguir a carreira de diplomata (meta da qual também almejo) e que por isso mesmo políticas como bolsa de estudos para estudantes que não podem ter acesso aos livros e estudar para o concurso foram disponibilizadas nesse governo. Dando uma cara mais “democrática” à um dos cargos de grande prestígio dentro da administração pública do Brasil, embora o glamour resida só no nome.

Resta saber agora que tipo de política será ajustado no governo de “continuidade” composto por Dilma Roussef. Particularmente a opção de entregar a pasta a nomes como Nelson Jobim e figurões da política nacional me causa arrepios. Relações Exteriores devem ser encaradas como gestão estratégica não só do novo governo, mas do que seguirão e essa escolha não deve seguir acordos políticos. Mas se fosse para citar nomes que poderiam substituir o Amorim, arriscaria o do ex-ministro da Justiça, José Viegas (diplomata de Carreira) ou, acredito, o mais indicado. Antônio Patriota, atual secretário-geral do Itamaraty.